La pizza napolitana, nacida en Nápoles, tiene como peculiaridad su corteza esponjosa, producida gracias al aire incorporado durante el amasamiento. Esta particular anatomía evita que los ingredientes se salgan por los bordes durante su horneado. Además, cuando se parte, sus porciones tienden a doblarse.
¿Sabes por qué la masa napolitana está tan hidratada? La razón es que contiene un porcentaje de agua de entre el 55 y el 70% por kilo de harina: cuanta más agua tiene, más suave es la masa. Se hornea durante poco tiempo, entre 50 y 90 segundos, para evitar que se queme, se seque o pierda su característica fundamental: su elasticidad y suavidad.