Su nombre procede del verbo italiano “mozzare” que significa cortar o separar una parte de otra. Y su historia parece que comienza en la ciudad de Aversa, dentro de la provincia de Caserta, en la región de Campania. Allí es donde comenzaron a producir este tipo de queso con leche de búfala.
Es cierto que antiguamente la producción de este queso se limitada a la utilización de exclusivamente leche de búfala, pero llegó un momento en el que su popularidad era tan grande que comenzó a escasear y entonces se inició la fabricación del queso mozzarella con leche de vaca o de oveja.
Se trata de un queso de pasta hilada debido a su proceso de elaboración. Se amasa la cuajada utilizando agua caliente para para estirarla y obtener así una especie de estructura a base de filamentos.
Es un queso graso y fibroso, perfecto para acompañar a nuestras pizzas o sencillamente consumirlo en la típica ensalada Caprese. ¿Lo has probado fundido? También es una delicia.
¿Qué te ha parecido este trocito de historia sobre el queso más famoso del mundo?